Reseña: Valencia Roja

Sinopsis

Miguel Murillo, afamado productor y director de cine para adultos, aparece brutalmente asesinado durante la celebración del festival Valencia Roja, el primer evento dedicado a la industria del sexo en la ciudad bajo el lema «El porno es cultura». La grotesca puesta en escena hace pensar en una venganza y el entorno de la pornografía teme que sus secretos más turbios vean la luz.
Nela Ferrer, nombrada recientemente jefa del Grupo de Homicidios de Valencia, ha vuelto de Madrid para refugiarse en sus raíces huyendo de una relación tormentosa. Pero la aparición de nuevos cadáveres en posturas macabras que emulan violentos actos sexuales la llevará a indagar con su nuevo equipo en los rincones opacos de la élite local, destapando sus prácticas más extremas.

Reseña, ¡sin spoilers!

Valencia Roja es una historia de novela negra que tiene lugar en la ciudad de Valencia, España, en un momento histórico casi coetáneo a su publicación. La novela nos pone en la piel de la jefa de Homicidios, Nela Ferrer. Veremos un caso que aborda una temática un tanto controversial y que busca denunciar o, como mínimo, darle visibilidad. Es importante remarcar que es la primera novela de la autora, Ana Martínez Muñoz.

Ritmo y estructura

En cuanto al ritmo, esta novela tiene una peculiaridad a la hora de construir sus capítulos. Y es que son extremadamente cortos, tanto es esto que algunos llegan a ocupar página y media, y no más de diez páginas. Esto provoca una lectura rápida y que juega con nuestro subconsciente, al ver que completamos capítulos con tanta velocidad, nos insta a leer un poco más. También favorece la lectura en momentos menos oportunos y facilita el no tener que dejar a medias capítulos en esta sociedad con tan poco tiempo. Otro recurso que la autora utiliza para fomentar la lectura y el ritmo ágil es el uso de cliffhangers. Creo que se abusa de estos, ya que aparecen en casi todos los capítulos en mayor o menos medida.

Por contraparte, esto también viene acompañado de una narración con pocas descripciones, en las que predominan los hechos en vez de mostrarnos lo que está ocurriendo. La novela nos muestra las escenas justas y necesarias, haciendo saltos entre los tantos personajes que conforman la brigada y las diversas investigaciones que se abren en paralelo. Esta es una estructura que considero más propia de los medios audiovisuales, donde se pasa muy rápido entre escenas cortas.

Hablemos de los personajes

Nela Ferrer es la jefa del Grupo de Homicidios, una protagonista con un pasado duro y unas cicatrices que la llevan a huir de Madrid para volver a su tierra natal, Valencia. De primeras parece un personaje como cualquiera ya visto en este género, un policía traumado por un acontecimiento oscuro de su pasado que al resolverlo también le ayude en el caso. Nela es una persona real, con inseguridades y una confianza perdida, pero con mucho carácter y valentía. A lo largo de la novela vemos que es una profesional. Es capaz de poner todo su empeño en resolver el caso sin que le afecte de forma personal. Es una persona capaz de lidiar con las asperezas que surgen dentro de su equipo y con la presión del exterior. Y, como toda persona normal, tiene sus recaídas y toma ciertas decisiones que por erróneas que sean, muy probablemente también haríamos.

Valencia Roja tiene varios puntos de vista, principalmente los de los miembros del equipo de Nela. Al tratarse de un caso con diferentes líneas de investigación, esta era la única forma en la que se podía narrar los descubrimientos cruciales sin obligar a que la protagonista esté presente. Además, los capítulos cortos facilitan a que se puedan dar estos cambios de perspectiva. Gracias a este recurso podemos conocer un poco más de las personalidades de cada uno y su vida de puertas para dentro. Consigue así reunir un elenco variado que no cae en estereotipos del género policíaco y que se siente cercano.

El caso

El regreso de Nela a Valencia no es un camino de rosas ni mucho menos. Su primer caso como jefa de Homicidios es de lo más controversial. Un famoso director y productor de cine porno es brutalmente asesinado justo cuando se celebra en la ciudad el primer festival de este género. Y cuando digo que ha sido brutal es porque de verdad la puesta en escena del crimen es de lo más asquerosa. Eso sí, puedo adelantar que no es la única, y si es la más dura de leer o no será algo que tendrás que averiguar por cuenta propia.

Es un caso que resulta de lo más frustrante. Comienzan sin tener prácticamente pistas, algo entendible, y con mucha presión debido a lo mediático que era la víctima. Sin embargo, creo que la ausencia de pistas o indicios tiene un efecto negativo en la novela, pues da la sensación de que están dando palos de ciego durante toda la primera mitad. Pese a la velocidad que conlleva la lectura de estos capítulos cortos, uno no siente que está avanzando en el caso y por tanto, en la trama. Otro punto negativo es que, muchas de las veces en las que avanzan es por golpes de suerte externos que nada tienen que ver con la investigación en curso. Creo que podría haberse llevado mejor el goteo de información, pues es cierto que hay pistas como para poder imaginar quién sería el asesino.

En cuanto a la actuación policial, me ha parecido que los procedimientos eran muy verosímiles (teniendo en cuenta que yo no conozco de primera mano cómo funcionan). Que la protagonista no fuera una inspectora solitaria o con un solo compañero le ha favorecido, pues consigue que nos metamos de lleno en el ambiente de la comisaría. La actuación conjunta con otros departamentos también queda muy bien reflejada, y se siente que de verdad están todos trabajando en resolver el caso. Realmente te hace ver que cada persona puede ser una pieza clave y lo importante que es el compañerismo.

Toque de reflexión

Valencia Roja arroja una importante reflexión sobre el mundo que envuelve a la pornografía. Lo hace de forma transversal, tocando temas como la industria nada ética del porno, las casas de prostitución, el consumo perjudicial de esta e incluso una sociedad que se encarga de defender los derechos de una pornografía sana. La novela da visibilidad incluso a prácticas de lo más desagradables e inhumanas como los bukkakes.

Uno de los temas preocupantes que denuncia es la cada vez más temprana edad en la que se consume porno. Las nuevas tecnologías ponen al alcance de los más jóvenes este tipo de contenido que no siempre pueden restringir. En particular, uno de los protagonistas masculinos llega a preocuparse tanto por no haberse dado cuenta antes de esto que traslada la reflexión al ámbito familiar. Me gustó mucho la importancia de dar una buena educación sexual, sana y con la que evitar posibles situaciones futuras denigrantes, de abuso, violencia o distorsión de la realidad.

Valoración final

En definitiva, Valencia Roja es un thriller policíaco que pone sobre la mesa un tema tan controversial como lo es el mundo de la pornografía. Así pues, aporta una profunda reflexión sobre los abusos que se producen en el mundo del porno y lo dañino que resulta su consumo recurrente. Es una novela con un una estructura de capítulos cortos que induce a una lectura rápida. Sin embargo, esto se ve perjudicado por el avance lento de la trama, que en un intento de mantener el misterio diluye demasiado el goteo de pistas y se vuelve frustrante.

Los personajes están muy bien construidos, y para ser un elenco tan grande tiene bastantes personajes tridimensionales, de los cuales destaca la protagonista, Nela. Como toque personal, siendo valenciano, he disfrutado reconociendo las calles de mi ciudad. Me ha gustado cómo se filtraban algunas expresiones en valenciano en las conversaciones, algo con lo que he conectado mucho. Puede que no me haya gustado tanto como otras novelas, pero es un gran debut de la autora Ana Martínez Muñoz.

Valoración

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